Saludos a todos.
Paso a transcribir una carta que he recibido hace poco de Remedios. En ella cuenta su experiencia con el Padre Tarín y todo lo que ello le ha reportado personal como espiritualmente.
Cuento con su consentimiento para que todos conozcáis su caso.
Espero que os ilustre e ilumine.
Buenos días Don Diego; soy Reme, la chica que estuvo visitando con su
tía al Padre Tarín el sábado por la mañana para que bendijese mi futuro
matrimonio.
Como quedamos, aquí le envío mis experiencias desde que conocí la
existencia del Padre Tarín y me encomendé a él.
En el año 2009 y tras una serie de acontecimientos bastante malos en mi
vida, ya que falleció mi padre y me cesaron de mi puesto de trabajo,
cayó en mis manos una estampa del Padre Tarín, ya que mis familiares me
vieron tan desesperada, que me dijeron: "encomiéndate al Padre Tarín que
es muy milagroso" y como yo lo único claro que tengo en esta vida es la
existencia de Dios y que es el que guía todos mis pasos, pensé que no
perdía nada y me aferré a él con toda la fé del mundo.

A los pocos meses me llamaron para trabajar en Sevilla, con un contrato
bastante precario y lejos de mi familia, pero por lo menos tenía trabajo
y nada más y nada menos que en la misma calle donde descansa el Padre
Tarín... me pareció muy emocionante el poder visitarle todas las veces
que quisiera, por lo que muchos días iba a verle y charlaba con él, y
siempre encontré un momento de paz estando a solas con él.
Estaba por aquel entonces preparándome las oposiciones, las cuales se me
estaban haciendo cuesta arriba ya que llevaba 6 años preparándolas y
veía que nunca llegaba "mi momento" a pesar del esfuerzo, así que le
pedí con todas mis fuerzas al Padre Tarín que me ayudase, que yo haría
todo lo que estuviera en mis manos, pero que con su ayuda todo sería
mucho más fácil.

Pasaron dos años de visitas al Padre y siempre que estudiaba tenía su
estampa delante, y llegó el día del examen y aprobé el Primer Ejercicio.
Tras rogarle por favor que aprobase el Segundo Ejercicio y mucho
esfuerzo y estudio, llegó el día y aprobé. Luego vino la lectura ante el
Tribunal y lo mismo... también las pasé. Para mí, el Padre Tarín había
obrado un milagro¡¡¡ llevaba muchos años esperando ese momento y aunque
había hecho todo lo que estaba de mi mano; sé que la tranquilidad que
tuve esos días y la fuerza y entereza con la que afronté todo, fueron
obra suya y de Dios, eso lo tengo muy claro.
Luego salieron las plazas, y volví a rogarle al Padre Tarín que pudiese
coger una plaza en la ciudad donde vivía mi pareja, ya que nos habíamos
comprometido y mi deseo era emprender una vida juntos. Y efectivamente
así fue. Ese año sacaron más plazas que ningún otro en la historia de
las oposiciones que yo me estaba preparando, lo que me permitió no solo
coger plaza en la ciudad que deseaba, sino coger la plaza que yo quería,
y donde me encuentro muy contenta y soy feliz.
Ahora me queda menos de un mes para casarme y por supuesto he
encomendado mi matrimonio al Padre Tarín, habiendo visitado de nuevo su
tumba y siendo recibidas mi tía y yo de una forma inigualable por el
padre Don Diego, el cual no sólo nos abrió la Iglesia para poder visitar
al Padre Tarín, sino que nos bendijo y me dijo unas palabras que nunca
olvidaré: hay que tener confianza en Dios tanto en lo bueno como en lo
malo, y hay que recibir la vida y afrontarla con la manos de dar, no de
recibir.
Una vez más pongo mi vida en manos del Padre tarín, y con total
confianza en que siempre estará a mi lado y siempre formará parte de mi
vida; en lo bueno y en lo malo.
Muchas gracias por todo Don Diego.

No hay comentarios:
Publicar un comentario